domingo, 5 de diciembre de 2010

La Soledad de Mario.

Este es un pequeño homenaje a los que saben solos y a Mario Benedetti. Somos solitarios, llenos de presencias.



La soledad es nuestra propiedad más privada

Tengo un altar lleno de pequeñas memorias.
Una lápida y flores del pasado que me circundan,
dos sentimientos que saben a poco en la noche;
y el humo del cigarrillo como compañía.

Será mía, o compartida con mis recuerdos.
La soledad es la presencia de la añoranza,
es la ausencia hecha puñal.
Es un memorial de pasado/presente.

la soledad es tiempo / veloz o detenido /

Agujas del tiempo.
Ayer sinceramente ayer y más ayer,
escribir o vivir;
y elegimos vivir con nuestra tristeza
por esto tal vez nuestra soledad es escrita en tres versos y dos prosas.

la soledad es noche con los ojos abiertos

O las lágrimas en viaje por nuestro cuerpo.
Pero no desde los ojos sino desde el pecho
hasta las piernas y desde ahí hasta los ojos
y desde los ojos al suelo.

En una habitación oscura se ve todo claro;
precisamente se ve un vacío insostenible
un  silencio de tumba
de flores de cementerio
de muerte y de duelo.

la soledad se sabe sola en mundo de solos

Somos todos soledades que se juntan.
Que se apegan
Que se acompañan
Que se quieren
Que se enamoran
Que se escriben poesías
Que se tocan
Que se aman
Y luego se separan.

Somos todos la soledad de este pobre mundo,
almas que corren desesperadas buscando algo.
Algo.
Un nombre,
Un cuerpo
Una identidad
Una mísera compañía.

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